Buenos días mis queridos lectores, hoy les contare una historia de terror que se llevó a cabo con el apoyo de un instrumento que en sus tiempos fue un gran invento, una gran tecnología que se creó en mi punto de vista solo para destruir y hacer el mal, ya que no encuentro algún otro motivo, les estoy hablando de las armas de fuego y en esta ocasión en una en especial, la pistola Walther PPK.
La Walther PPK es un arma de fuego, pequeña y elegante, de fabricación alemana. La pistola Walther PP fue introducida en 1929 en Alemania para la policía secreta. En 1931 apareció una versión aun más corta), la PPK. Luego de la Segunda Guerra Mundial fue la favorita de los servicios secretos de Occidente.
Fue Vasili Blokhin quien ha pasado a la historia como uno de los verdugos más sanguinarios, sino el que más de todos los tiempos. Tras participar en la primera guerra mundial y alistarse en la Cheka en 1921, la primera policía secreta rusa, fue seleccionado a dedo por Stalin para convertirse en jefe ejecutor del NKVD en 1926.
El NKVD era otra organización de corte similar, precursora de la famosa KGB, que se dedicaba a oscuros asuntos como el espionaje, la supresión de disidentes, la organización de los Gulags, las deportaciones y ejecuciones en masa o el control de fronteras.
Como jefe ejecutor, Blokhin participó personalmente en los ajusticiamientos de condenados importantes como por ejemplo el de sus anteriores jefes en el NKVD, Yagoda en 1938 y Yezhov en 1940, tras las tres purgas que sufrió esta organización.
No obstante, Blokhin debe su fama a la masacre de Katyn que tuvo lugar en Abril de 1940, tras la invasión de Polonia por parte del ejército rojo. Stalin emitía la orden nº 0048 al NKVD, en la que se mandaba ejecutar a los 22.000 polacos que habían sido hechos prisioneros tras la ocupación. Unos 8.000 de estos prisioneros eran oficiales del ejercito polaco y el resto personas relevantes en la sociedad polaca que pudieran resultar contrarios al ideal comunista; políticos, terratenientes, dueños de factorías, profesores, abogados, médico.
Blokhin decidió encargarse personalmente de los oficiales. Con una pequeña Walther PPK alemana ejecutó a unos 6.000 de ellos, disparándoles en la nuca a una media de 250 prisioneros por noche la media hace uno cada menos de 3 minutos durante 10 horas todas las noches 28 días seguidos. Para ello, había llevado su propio instrumental de trabajo; un gran delantal de carnicero en cuero, con sombrero y mangas hasta los hombros para no salpicar su uniforme y un maletín con varias Walters alemanas, ya que las pistolas reglamentarias rusas de entonces, las Soviet TT-30, tendían a fallar y causar daño al poco tiempo de uso.
En los sótanos del cuartel del NKVD en Kalinin, en medio de la noche, se iba llamando a los prisioneros “para identificación”. Tras una breve confirmación de identidad y sin ser informado del destino que le aguardaba, el prisionero era atado por la espalda con una cuerda e inmediatamente conducido a la llamada “habitación leninista”, una estancia pintada en rojo e insonorizada para que el resto de los detenidos no pudieran oír los disparos. En la “habitación leninista” se encontraban con Blokhin vestido de tal guisa, que sin mediar palabra los ponía de cara a la pared y les descerrajaba un tiro en la nuca. Después un camión pasaba dos veces por noche a recoger los cuerpos por otra puerta para deshacerse de ellos.
Mientras Stalin vivió, Blokhin recibió los mayores honores y condecoraciones soviéticas pero en cuanto murió en 1953, fue apartado del servicio y dos años después, durante el proceso de “des-estalinización” iniciado por Nikita Khrushchev, le fue retirado el rango. Sintiéndose traicionado por el estado, murió alcoholizado en 1955. Vasili Blokhin ostenta el record de ejecuciones realizadas por una sola persona en un solo día, al disparar a un total de 500 víctimas en una sola jornada durante 1937.
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